Adiós, Tetê - por Fernanda Vernilo

Amamantar a un bebé lo nutre no sólo con alimento, sino también con amor, protección y confianza. Fortalece vínculos, alivia malestares, establece rutina. Pero, como todo en la vida, en algún momento llega el final. ¿Y cómo podemos llevar a cabo esto de manera suave y gradual, para que las madres y los niños puedan vivir esta fase, y todas las que están por venir, sin traumas ni arrepentimientos?

Suelo decir que nos preparamos durante todo el embarazo para la lactancia, pero casi nada (o nada) para el destete. Para quienes deciden continuar por un período más largo de tiempo, parece que el tema se está poniendo aún más delicado y lo debatimos en pocas ocasiones.