El Maestro del Amor - Augusto Cury

Este libro cuenta una historia de amor: amor por la vida, por la humanidad, por sus fracasos y superaciones. Sólo una persona fue capaz de llevar este sentimiento hasta sus últimas consecuencias y, en su nombre, entregarse a la muerte. En El maestro del amor, cuarto libro de la colección Análisis de la inteligencia de Cristo, Augusto Cury investiga la pasión que Jesús tenía por los seres humanos. Con un enfoque poético –aunque basado en la ciencia, la historia y la psicología– el autor hace un estudio de los conmovedores mensajes que dejó Jesús antes de morir en la cruz. En cada momento de dolor fortaleció los lazos con su Padre, sabía que el sufrimiento era parte de su destino y que lo necesitaba para cumplir su misión. Al reflexionar sobre las reacciones generosas de Jesús, descubrimos cuán egoístas y superficiales pueden ser nuestras actitudes. Con su ejemplo, nos damos cuenta de nuestra tendencia a sobredimensionar los problemas, sin ver las valiosas lecciones que nos aportan. Jesucristo fue un hombre como cualquier otro: sufrió, lloró y vivió momentos de extrema ansiedad. A pesar de ello, fue perfecto en su capacidad de perdonar, respetar, comprender, tener misericordia y dignidad. Pero, sobre todo, fue brillante en su capacidad de amar, de ser líder de su propio mundo y de sus emociones. El mayor conocedor del alma humana era consciente de nuestras debilidades, pero creía en la pureza de nuestro corazón. Por la fuerza de su fe inquebrantable en nosotros, Jesús se convirtió en el personaje más importante de la historia. **** "Cuando un sembrador entierra una semilla, se entristece por unos instantes y se alegra por la posteridad. Se entristece, porque nunca más la verá. Se alegra, porque renacerá y se multiplicará en miles de nuevas." semillas. El Maestro del Amor sembró las más hermosas semillas en la tierra del alma y del espíritu humano. Las cultivó con sus aflicciones y las regó con su amor. Fue el primer sembrador que dio su vida por sus semillas. Finalmente, ellas germinó y transformó la emoción y el arte de pensar en un jardín con las más hermosas flores. Quizás Jesús fue la única persona que podía mirar hacia arriba y ver los campos verdes cuando solo había piedras y arena frente a él. Él nos dio, nos enseñó. Nos enseñó que necesitamos tener metas y nos animó a soñar con ellas. Nos mostró que podemos romper las cadenas del miedo y de las dificultades y nos reveló que ningún desierto es tan árido y tan largo que no se pueda cruzar. Tenía todos los motivos para hacerlo. desanimarse, pero nunca renunció a la vida ni dejó de dejarse encantar por los seres humanos. Jesús nos amó con todas sus fuerzas, a pesar de saber que no somos gigantes ni héroes. Tu historia es el mayor laboratorio de autoestima. Ante una trayectoria tan hermosa, no podemos evitar concluir que vale la pena vivir la vida. Aunque tengamos reveses, lloremos, estemos derrotados, estemos decepcionados de nosotros mismos y del mundo, seamos incomprendidos y encontremos obstáculos, la vida es simplemente un espectáculo imperdible.