Libro, Ojo de cristal: la televisión y el estado de excepción de la imagen[LS]
Libro, Ojo de cristal: la televisión y el estado de excepción de la imagen[LS]
Descrição
Idioma: portugués brasileño. La televisión y el estado de excepción de la imagen. En Glass Eye, Marcia va más allá de diseccionar la problematización del ser visual. Aborda la formación de la subjetividad del espectador en tiempos de aniquilación de la figura libre y reflexiva del sujeto. Más que una crítica a la televisión, es una exigencia de una política equilibrada entre lucidez y sensibilidad. Una obra más allá de la teoría, en sintonía con quienes estudian, hacen y ven televisión. “La intención de mostrar lo que es la mirada biopolíticamente controlada no es sólo teórica, sino un signo del comportamiento ético de la teoría”, argumenta Márcia. Nieta de la fotografía, hija del cine y de la radio, la televisión es, en el sistema de gestión sensible, un poderoso mecanismo e incluso la lógica que controla el mundo de la experiencia visual, definiéndola como televisiva. Como un ojo eviscerado, la televisión forma parte de la historia evolutiva de la visión. Antes de ser parte de un medio de comunicación, antes de ser un medio de comunicación de masas, la televisión es un mecanismo de visión que nació en la época de las imágenes técnicas. Así como las artes de la visión, desde la pintura hasta el cine, fueron un posicionamiento consciente de los recursos visuales y su expresión, la televisión debe interpretarse desde el punto de vista de la historia de la visión. Las ciencias de la comunicación se dedican a comprender la televisión, pero cada vez es más necesario incluirla en el campo de los Estudios Visuales, entendiéndola en el contexto de la experiencia estética, teniendo en cuenta que esa conexión con la estética determina lo político que tiene. Glass Eye hace precisamente eso. Como dice Mônica Waldvogel, es una inmersión en el espectáculo intermitente e ininterrumpido, fragmentado, rápido y omnipresente de la televisión. Sin rencores ni acusaciones. Y con la autoridad de quien filosofa y además conoce la fascinación de la televisión por dentro y por fuera.