Libro, Lo que aprendí de Hamlet - por Leandro Karnal

Idioma: portugués brasileño. Una combinación de la experiencia de un hombre del siglo XVI y otro del siglo XXI: Shakespeare y Karnal Todo el mundo es un teatro, escribió William Shakespeare, y hombres y mujeres no son más que meros actores. En el nuevo libro de Leandro Karnal, los actores-lectores son invitados a un viaje a través de su propia conciencia: el viaje de aprendizaje de la persona que tiene más que enseñar en el teatro del mundo: el creador de Hamlet. Lo que aprendí de Hamlet, de esta manera, revela las enseñanzas que dejó la obra principal de William Shakespeare en una combinación entre la experiencia de un hombre del siglo XVI y otro del siglo XXI. Después de leer y releer muchas veces la obra, Karnal reflexionó sobre las lecciones que dejó y, aún en esta era de selfies felices, sigue dejando su protagonista, el melancólico príncipe de Dinamarca. Con la colaboración de Valderez Carneiro da Silva, traductor y especialista en Shakespeare, el autor recorre pasajes de la obra como una especie de coaching, una curación de la vida. “El itinerario de vida es obligatorio_x000B_hasta el final, y Hamlet es una_x000B_compañía para él. Shakespeare_x000B_es la fiesta de los sentidos y yo_x000B_soy el invitado penetrante que, sin poder igualar la brillantez del inglés, viene a decir precisamente esto: aquí Hamlet me dio la mano y me ayudó, sostuvo la vela e iluminó mi vida ordinaria”, dice Karnal. “Lo que nos dice Hamlet: sólo interpretamos escenas, etiquetas y formalidades porque no soportamos saber que todos somos parte de un teatro. Lo que nos dice Shakespeare: esto es Hamlet, una oportunidad para que seas o no seas, todo depende de tu voluntad y capacidad de escalar la montaña de la conciencia”, añade. Cada capítulo de Lo que aprendí de Hamlet describe un acto de la tragedia y, como éste, ofrece una mirada original a la especie humana y a la sociedad, entonces y hoy: el mundo de Shakespeare y de los autores y lectores, la dificultad de diluirse en el mundo. , las duplicidades afectivas (“te amo y te odio”), los impulsos y la violencia, el sentido y la conciencia de la vida (¿ser o no ser?), las tramas de poder y las contradicciones de todos nosotros –héroes con rasgos de villanía. Y, como última lección, reelabora nuestros mundos y nuestras concepciones de lo que somos, lo que no debemos ser y lo que aspiramos a ser.