Libro, Inquisición: prisioneros de Brasil[LS]

1.076 prisioneros fueron llevados desde Brasil a las cárceles de la Inquisición en Portugal, durante la época colonial, porque sentían y pensaban "diferentemente". El judaísmo, el luteranismo, el islam, así como la brujería, la sodomía, la bigamia, las proposiciones heréticas y las blasfemias, eran considerados crímenes y castigados con degradación moral, destierro, confiscación, prisión perpetua o muerte en la hoguera. Como la supervivencia de la Corte dependía de la confiscación, el moloch inquisitorial clamaba por más ofrendas, recreando herejías cada vez que se enfriaban. . La Inquisición era ante todo una institución racista, que discriminaba y excluía, por ley, a los descendientes de judíos, árabes, gitanos, negros y mulatos, hasta donde alcanza la memoria. A esta forzada imposición de creencias y pensamientos, las distintas etnias respondieron con una protesta clandestina, rechazando los dogmas, sembrando la libre crítica y perpetuando sus costumbres ancestrales. . Las fuentes presentadas aquí, en Inquisición: Prisioneros de Brasil, de la reconocida historiadora e investigadora Anita Waingort Novinsky, conducen a este mundo subterráneo y clandestino luso-brasileño, y que revelan "otra" historia de Brasil, aún oculta y en gran parte inexplorada.