Libro, Estética y sociología del arte[LS]

Idioma: portugués brasileño. “Con la fotografía, la mano se libera por primera vez, en el proceso de reproducción de imágenes, de importantes tareas artísticas que a partir de entonces pasaron a recaer exclusivamente en los ojos que ven a través del lente”. Walter Benjamin se aplica al significado de este advenimiento y destaca la ironía dialéctica, cuestionando los fundamentos de la obra de arte al permitir su reproducción masiva, lo que refuerza su carácter mercantil. El proceso fotográfico trasciende el ámbito comercial y adquiere un contenido artístico. El vicio de la ocularidad heredado de los griegos tiene ahora una condición técnica. Benjamin ilumina el punto de inflexión, el inicio de la nueva curva ascendente. Hoy podemos ver qué resultados. En casa, en el trabajo, en la escuela, en la calle, en todas partes, los ojos fijos en las pantallas, pantallas pequeñas, pantallas grandes. La preponderancia de la visión sobre los demás sentidos, incrementada por el avance de la tecnología de la información, ha llegado al paroxismo, preocupando a padres y educadores. La sutileza reemplaza la materialidad; la experiencia se pasa por alto mediante registros y simulaciones. La relevancia del pensamiento benjaminiano es evidente; el rastro supera el aura; Se prefiere la reproducción a la realidad, como una abuela que responde a los elogios que le hacen al bebé en el cochecito: “¡No viste nada, mira!” y muestra una foto del mismo niño en su celular Beatriz Magalhães