Libro, Esa cara era mía[LS]

Idioma: portugués brasileño. Una novela sobre la memoria, la herencia y las raíces emocionales. En esta delicada obra, una gestación de trece años, Marcia una vez más revela cuánto el discurso filosófico afecta e influye en su escritura literaria. En tiempos oscuros, permeados por la desilusión con las ideas y proyectos, incluidos los humanos, crea un libro con una intensa vena poética. Cada palabra pulsa emocionalmente, en un staccato creciente hasta el final. Era mío, este rostro nació de una historia real que la autora escuchó cuando era niña. Y, al contrario de lo que ocurre en El manto, Magnólia y La mujer de espaldas, aquí la voz narrativa es masculina. Con su cámara, el narrador, sin rostro y sin nombre, quiere registrar la peregrinación por la V turística, en Italia. ¿Pero por qué? Siguiendo la historia de su propia familia, deambula, intentando volver al comienzo mítico de todas sus andanzas. De todos los dramas familiares. En la narrativa infantil se recupera una mitología familiar de gran delicadeza, donde el abuelo filósofo es la figura central. Sin embargo, habrá expulsión del paraíso. Del mundo angelical surge el mundo de la condenación. La vida es una cinta estirada lista para ser cortada por las tijeras de un Dios que no se esconde. Luego sigue un inventario de pérdidas: la muerte de su tío, su abuela y su abuelo. Vida fracturada por las primeras experiencias de la muerte. Marcia también hace un trabajo de invención con el lenguaje, con el estilo, para reconstruir un mosaico familiar en los laberintos del lenguaje. También está la búsqueda aguda de una galería de imágenes para retratar las cavilaciones filosóficas del narrador. Ese rostro era mío es una novela enigmática, conmovedora, llena de cariño y reflexión. El viaje del narrador en busca de sus orígenes es también la trayectoria de todos nosotros en busca de la idea de familia.