Educar es un acto de amor, pero también es ciencia - por Telma Abrahão

Telma Abrahão, autora del best-seller "Padres que evolucionan", trae en su segundo trabajo la importancia de educar al niño de manera neuroconsciente, un enfoque educativo basado en la neurociencia, que respeta nuestra humanidad y es necesario para educar seres humanos que transformará tu gran potencial biológico en salud, competencia personal, social, emocional, fortaleza y prosperidad. La experiencia de la primera infancia es la base que da forma a la vida humana. Durante los primeros años de vida, el cerebro se desarrolla rápidamente y la exposición frecuente a situaciones altamente estresantes puede resultar en impactos negativos a largo plazo y afectar la vida y la salud física, mental y emocional de los niños y futuros adultos. Y cuando un niño vive una infancia con mucho estrés, con poco cariño o apoyo emocional, existe un riesgo mucho mayor de que enfrente problemas de autoestima, entre en relaciones abusivas o desarrolle enfermedades crónicas, como cáncer y enfermedades cardíacas. en el futuro, además de tener un mayor riesgo de desarrollar enfermedades mentales como depresión y trastornos de ansiedad. Las experiencias traumáticas de la infancia se pueden prevenir. Las relaciones saludables entre padres e hijos pueden servir como amortiguador protector y ayudar a los niños y adolescentes a desarrollar resiliencia y lograr el éxito en la vida a través de un entorno y una relación estables, empáticos, seguros y receptivos. Lo que sucede en la niñez no se queda en la niñez y tiene un profundo impacto en las vidas de los adultos que viven en nuestra sociedad. El cambio que queremos ver en el mundo debe comenzar en el hogar, en la familia, donde se forma la base de la vida humana. Y en esta obra descubrirás que Educar es un acto de amor, ¡pero también es ciencia!